Entre las piezas alfareras que mantienen vigencia a través del tiempo está la denominada k’analla, K'allana, canchera o tostadora. Esta pieza cerámica, sigue siendo de uso cotidiano, sobre todo en las zonas rurales, donde se tuesta maíz, trigo, cebada, habas, entre otros granos. Su uso se ha mantenido sin modificar su estructura ni su función. Es así que, se han encontrado evidencias del uso permanente desde periodos preincas, que llegaron hasta nosotros. Así también, existen representaciones en formatos pequeños hallado en contextos funerarios, los que formaban parte de los enseres que acompañaban al individuo.
Actualmente, al ser una pieza importante entre los utensilios de cocina, su elaboración, que sigue siendo de manera artesanal, forma parte de los productos que se venden en ferias y mercados locales y regionales.
Así, tenemos a varias maestras alfareras, quienes son transmisoras y continuadoras de saberes ancestrales y tradicionales, los que fueron aprendidos en el seno familiar o en el entorno local. Ellas, elaboran además de ollas, vasijas, teteras, fuentes las denominadas k’analla o tostadora. Entre las maestras alfareras destacan la maestra María Santos Minchán de Mollepampa en Cajamarca. La Asociación Pucahuayta, liderada por María Torres Lugo de Huarguesh, Quisqui en Huánuco. También tenemos a las maestras alfareras de la Asociación de artesanas Generación Llanac de Domingo del Olleros en Huarochirí, Lima. Todas ellas, forman parte de la familia de Ruraq Maki, hecho a mano.
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